Los buitres del mar, en la piadosa mañana, y los tiburones, todos de riguroso negro. En vida, pocos de ellos habrían ayudado a la ballena si por ventura ésta los hubiera necesitado, pero al banquete de su funeral acuden todos
No sea siempre riguroso ni siempre blando y escoge el medio entre estos dos extremos; que en ello esta el punto de la discreción.