En la era industrial el cambio era más lento. Aquello que usted aprendió en la escuela era valioso por un periodo más largo. En la era de la información, lo que usted aprende se vuelve obsoleto muy rápidamente. Lo que usted aprendió es importante, pero no tanto la rapidez con la que puede usted aprender, cambiar y adaptarse a la nueva información.
La ciencia, a la postre, es dinamita: Hay signos de que los efectos de la revolución industrial pueden quedar pequeños al lado de los de la revolución psicológica, ¡y los luditas huelen ese tipo de efecto a una distancia de millas!