La ciencia no es sino una perversión de sí misma a menos que tiene como objetivo final el mejoramiento de la humanidad.
El poder pervierte a quien lo ejerce -estas son pues las lecciones anarquistas de hoy: la eterna perversión de quienes ejercen el poder, sean quienes fueren, sean filósofos que se volvieron reyes o reyes con veleidades filosóficas.
La gente que cesa de creer en dios o en la bondad todavía suele creer en el demonio. No sé por qué. O sí lo sé: la maldad es siempre posible, la bondad es una dificultad eterna.
Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo temer a un Dios que es o malicioso o débil. Lo reto sin miedo y me preocupan un comino sus rayos
Escribir te convierte en alguien que siempre se equivoca. La ilusión de que algún día puedes acertar es la perversidad que te hace seguir adelante.
La sospecha es la combinación de la impotencia y de la perversidad humana