Alégrate. En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocencia y para hechizar con tus ojos inmensos.
La única garantía que tenemos para conservar a los seres que amamos, es nunca dejarlos de hechizar con esas pequeñas atenciones que cautivan el corazón. Atreverse a ser libre es atreverse a dar libertad.