El espectador es un tipo que mira y disfruta (o no) según la belleza de lo que se le ofrece. El hincha es otra cosa. Por eso digo que en el fútbol, lo único insustituible son los hinchas. Siento una gran atracción por las hinchadas. Me enojo cuando voy a la cancha con gente que no me ayuda a descifrar los cantitos.
Si se trata de penetrar en los misterios de la naturaleza, es muy importante saber si es por impulsión o atracción que los cuerpos celestes actúan los unos sobre los otros; si es alguna materia sutil e invisible la que opera sobre los cuerpos impulsándolos unos sobre otros, o si están dotados de una cualidad escondida y oculta gracias a la cual se atraen mutuamente.
El gran atractivo del teatro, para el actor, sobre todo para el actor que tiene conciencia de que es actor, es esta especie de juego humanístico que es ser el mismo y al mismo tiempo muchos otros.
Para mí, la vida sigue siendo tocar la batería, pero me divierte hacer películas. Las veces anteriores fui usado (yo me presté a eso, lo acepto) por lo atractivo de mi nombre. Me decían: actúa naturalmente, sé tú mismo. Y allí salía yo, haciendo las morisquetas que todo el mundo esperaba de Ringo, el bobo de los Beatles
La fascinación de los disparos como un deporte depende casi enteramente de si está a la derecha o equivocadamente al final de la pistola.
La fascinación va un paso más allá del interés. El interesado quiere saber si algo funciona o no. El fascinado quiere aprender cómo es que funciona. Aprenda a convertir la frustración en fascinación. Aprenderá más fascinándose con la vida que frustrándose con ella.
Me pregunto si te acuerdas de la historia que nos leyó mamá la primera noche que Sebastian se emborrachó...; quiero decir la noche mala. El padre Brown dijo algo así como le cogí (al ladrón) con un anzuelo y una caña invisibles, lo bastante largos como para dejarle caminar hasta el fin del mundo y hacerle regresar con un tirón del hilo.
Yo nunca he visto carisma como el que exhibía Bob en sus actuaciones.
Ahora, estos tipos no tienen ni idea. Pilotan karts hasta los 18 años y después pasan a la Fórmula 1. No saben hacer nada más que acelerar y mover el volante, pero no desarrollan su personalidad. El único carisma que tiene un tipo como Lewis Hamilton es su novia.
Condenar la televisión sería tan ridículo como excomulgar la electricidad o la teoría de la gravedad.
¿María Callas? Ella fue pura electricidad