No opto ni por literatura ni por la vida, sino trato de ir y venir de la literatura a la vida, de hacerme mejor lector en la medida en que vivo mejor y vivo más, y de hacerme mejor vividor en la medida en que la lectura ilumina mi vida
Claro que las hormigas son distintas. Tienen una obra de ingeniería maravillosa y perdurable en la cual trabajar: el hormiguero.
No se recuerda que ningún ser humano haya conseguido una felicidad perdurable mediante el convencimiento de que está en mejor situación que otros seres.
Nuestra raza es resistente por su linaje.
Nos impulsaban las olas livianas, y el viejo océano sonreía con el peso del amor y la esperanza puestos a su recaudo; amansando con delicadas caricias sus llanuras tempestuosas, el sendero se allanaba apara nosotros.
En Estados Unidos no se acuerdan de la guerra con España de 1898. Lo más viejo allí tiene diez años.
Aunque entonces tenía yo solamente quince años y no podía juzgar sobre mi verdadera fuerza, o, por mejor decir, debilidad, me resultaba bien claro que no debía envanecerme demasiado por este éxito, ya que mi adversario -un señor anciano y muy simpático- carecía de toda ambición de lucha y, lo que era peor, de verdadera clase de ajedrecista.
No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecido.
Mas no es bien que de ti espere mayor venganza, que ver que te cases con mujer que por interés te quiere.
Dos semanas más tarde, el plancha pantalones mágico estaba instalado. Fuera, en un letrero colgante, los nombres de Marx y de Jefferson se balanceaban orgullosamente. En la actualidad, estos nombres representan teorías políticas tan distanciadas como la mayor parte de los matrimonios; pero para aquellos Marx y Jefferson concretos sólo significaban la fama y la fortuna