Yo no doy ninguna importancia a la cuestión de la continuidad o a la legalidad de un gobierno polaco. Creo que desde noviembre de 1939 no ha habido en realidad gobierno polaco.
El orden de castias, que es la ley suprema, dominante, es sólo la sanción de un orden natural, de una legalidad natural de primer rango sobre la que ningún capricho, ninguna idea moderna tiene poder.
El uso del mantenimiento de la paz por la comunidad internacional, en búsqueda de intereses comunes, debe ser verosímil y legítimo. Una fuerza creíble sin legitimidad puede tener resultados inmediatos, pero no disfrutará del apoyo internacional a largo plazo.
Hay que cerrar filas en torno a este buen Gobierno que tenemos formado por hombres competentes y patriotas. (...) Sus aciertos en la lucha antiterrorista deben recibir aplauso, y sus errores comprensión. (...) El Estado español tiene legitimidad moral para recurrir a métodos irregulares. 1983