Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca.
Mas para que ahora no se ría usted demasiado de mí, añadiré que sé muy bien que soy un alegre pinzón y que, no teniendo una indigestión o algo por el estilo, no soy propenso a la melancolía.
Amame como quiere su ambrosía en el jardín la flor; como ama de su voz la melodía festivo ruiseñor.
Seré ingeniero, decía uno; y su compañera afirmaba: pues yo agrónomo. Y yo aviador, agregaba jovial un tercero. A ninguno de nosotros se nos ocurría dudar un instante de una cosa: de que teníamos abierto un amplio camino hacia los estudios universitarios, hacia el trabajo y la creación.
El buen vino es una excelente y jovial criatura de Dios, cuando se hace de él un uso moderado.
En mis jardines, en mis casas, siempre he procurado que prive el plácido murmullo del silencio, y que en mis fuentes cante el silencio.
Personas que sueñan cuando duermen en la noche conocen un tipo especial de felicidad que el mundo de hoy no conoce, un plácido éxtasis, y la facilidad de corazón, con miel en la lengua. También saben que la verdadera gloria de los sueños reside en su atmósfera de ilimitada libertad.
Las ciudades obligan al crecimiento, y hacen que el hombre sea chistoso y hablador, pero todo es artificial.
La gente que ve un dibujo en The New Yorker piensa automáticamente que es chistoso porque es una caricatura. Si lo ve en un museo, piensa que es artístico; y si lo encuentra en una galleta de la suerte, piensa que es una predicción.
Nobleza, dignidad, constancia y cierto risueño coraje. Todo lo que constituye la grandeza sigue siendo esencialmente lo mismo a través de los siglos.