Para escribir este libro he usado el lenguaje mesurado y sobrio del testigo, no el lamentoso lenguaje de la víctima ni el iracundo lenguaje del vengador: pensé que mi palabra resultaría tanto más creíble cuanto más objetiva y menos apasionada fuese; sólo así el testigo en un juicio cumple su función, que es la de preparar el terrero para el juez. Los jueces sois vosotros.
Los jóvenes ya no me comprenden. Se van a otra parte (... ). Es un poco temprano para que me suceda eso que, en general, es la suerte de todo artista (... ). La juventud siempre quiere derribar lo ya hecho. Pero no por eso voy a mostrarme malhumorado con ellos.
Uno se da cuenta de que es desgraciado y miserable pobre y está ciego y desnudo, y con rostro de fantasma dolorido y amargado camina temblando por la pesadilla de la vida
Los problemas son como un perro sarnoso callejero... juega con él una vez, y te seguirá a casa.
La mente humana está formada de tal manera que es mucho más susceptible a la falsedad que a la verdad.
Para el escritor hay una cuestión de honor intelectual en no escribir nada susceptible de prueba, sin poseer antes ésta.