Esa seguridad incuestionable que parecía tener en su derecho a ocupar en el mundo un lugar prominente, consecuencia de no haber tenido que prescindir en su vida de ningún tipo de ventajas.
Una interpretación juiciosa de los hechos nos induce a pensar que un superintelecto ha jugado con la física, la química y la biología, y que en la naturaleza no hay fuerzas ciegas dignas de mención. Las cifras obtenidas a partir de los hechos me parecen tan rotundas que convierten esta conclusión en casi incuestionable