Cuando pienso que sería feliz si pudiera tener ciertas cosas que no puedo pagar, un aumento en mi salario no aleja la infelicidad, ya que desde mí nueva posición financiera puedo ver un nuevo conjunto de cosas que no poseo. Este problema no existirá cuando entienda que la felicidad radica en una actitud hacia el presente y no en una condición futura.
En la historia del dinero han desempeñado un papel particularmente importante aquellas variaciones en el valor de cambio objetivo del dinero que surgieron como consecuencia de un aumento en la cantidad de dinero, cuando su demanda permanecía constante o al menos no aumentaba en la misma amplitud.