La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza.
Las guerras civiles no son nunca un simple enfrentamiento entre dos partes de la población, sino que consagran la desaparición de cualquier orden legal común, encarnado hoy en el Estado, y convierten en lícitas, por tanto, todas las manifestaciones de la fuerza bruta: saqueos, violaciones, torturas, venganzas personales, asesinatos gratuitos.
La empresa sólo tiene una responsabilidad social: usar su energía y sus recursos para actividades que aumenten sus utilidades, siempre y cuando respete la regla de juego... y se dedique a una competencia franca y libre, sin engaños ni fraudes.
La energía interior, esencialmente nueva, destinada a lanzarse contra lo exterior para renovarlo, es una energía directora.
La meditación te fortalecerá el espíritu y te dará el vigor y las alas para dejar atrás las criaturas y elevarte hasta la presencia del Creador.
Todas esas horas pasadas cada mañana, durante tantos años, buscando ideas, han salvaguardado en mí un vigor intelectual del que yo no disfrutaría hoy si hubiera continuado a pintar paisajes y acuarelas, algo que puedo realizar tan cómodamente, como sin pensar.
Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios
A la humanidad le espera un infierno. Un infierno de planeta, desértico y sin agua, y atestado de gente. Esa paradoja es desesperante. Ahí se entenderá en toda su magnitud la frase de Sartre sobre que el infierno son los demás
Todo en mí se abre, se asombra; me late el corazón; una sobreabundancia de vida me sube a la garganta como un sollozo. Ya no sé nada; es una vehemencia sin recuerdos y sin arrugas.
La obstinación y la vehemencia en la opinión son las pruebas más seguras de estupidez.
Al hombre justo y tenaz en sus propósitos no le moverán de su firme voluntad ni la exaltación de los malos deseos de la multitud, ni el fiero rostro de un tirano amenazador
Me aborrecen la aburrida rutina de la existencia. Yo imploro de exaltación mental.
Yo hacía bien mi trabajo, pero jamás había sentido el menor apego o entusiasmo por lo que hacía.
Si no te animas con entusiasmo, serás despedido con entusiasmo
La vivacidad de su sentido del tiempo se había debilitado. Los días comenzaban a volar, a pesar de que cada uno de ellos se componía de esperas renovadas y sensaciones silenciosas y secretas... Sí, el tiempo es un singular enigma, una cuestión difícil de aclarar.
Las religiones son fundadas en el miedo de muchos y en la vivacidad de pocos.
Los españoles teníamos aún una conquista que lograr; que ya no cumplía a España ir surcando mares en busca de tierras desconocidas, al encuentro de razas a las que sojuzgar; que no teníamos que poner el ímpetu desbordante del genio español al servicio de las armas en la conquista de países extranjeros; pero que teníamos otra magna conquista que realizar. ¿Cuál? Conquistar a España.
La pasión femenina es una selva oscura nunca explorada del todo, selva hecha a la vez de desinterés infinito y de ímpetu celoso de la posesión exclusiva.
El Amor...Por su ubicuidad, su fogosidad y el espectro innumerable de sus formas, esta extraña potencia ha intrigado y fascinado desde siempre a los maestros del pensamiento humano.
El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.
En pocas ocasiones se ha puesto de manifiesto con tanto relieve el apasionamiento y la parcialidad de Wellington contra los españoles, como en sus juicios sobre la conducta de las tropas españolas en la batalla de Talavera
La poesía siempre ha sido minoritaria, y quizá ahora más. Exige un lector sin prisas, abandonado al texto, en el lugar y el momento adecuado. La poesía necesita apoyo y puede que lo encuentre en internet, con sus blogs y foros regidos por el apasionamiento de los lectores.
La ciencia que es por naturaleza hipotética, se ha convertido en dogma, y como ha visto con agudeza Simone Weil, es el dogma de nuestro tiempo.
Ni lo uno ni lo otro. Toda la obra de Costa está impregnada de un verdadero culto a la libertad. Y esto es a mi juicio más auténticamente representativo de la personalidad de Costa que unas cuantas frases pronunciadas o escritas las más de las veces a propósito de temas de los que provocaban con mayor agudeza su falta de ponderación y mesura, no tanto en las ideas como en las palabras.
Nadie puede concebir la angustia que sufrí durante el resto de la noche, que pasé, frío y mojado, a la intemperie. Más no notaba la inclemencia del tiempo. Tenía la imaginación asaltada por escenas de horror y desesperación.
Era el pueblo de Mayo quien sufría, no ya el rigor de un odio forastero, sino la vergonzosa tiranía del olvido, la incuria y el dinero. El mismo pueblo que ganara un día su libertad al filo del acero tanteaba el porvenir, y en su agonía le hablaban sólo el Río y el Pampero.
Gracias le doy a la Virgen, gracias le doy al Señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto ni mi voz como cantor.
Aquí ha empezado para mí lo que llamaré la efusión del sueño en la vida real. A partir de este instante, todo tomaba a veces un aspecto doble -y esto, sin que al razonamiento faltara lógica jamás, sin que la memoria perdiera los más ligeros detalles de lo que me sucedía. Solamente mis acciones, insensatas en apariencia, estaban sometidas a lo que se llama ilusión, según la razón humana...
La revolución debió estallar en casi la totalidad de la república; pero halagado por la idea de que triunfara sin la más mínima efusión de sangre, si fuera posible, habíamos preferido que solo aquí tuviera lugar, creyendo que la situación que alcanzara determinaría la suerte de toda la república.
Estamos avanzando hacia nuevas síntesis, hacia un nuevo naturalismo, que combina la tradición occidental, con su énfasis en las formulaciones experimental y cuantitativa, con la tradición china dirigida hacia una imagen de mundo auto organizándose espontáneamente.
El aprendizaje incluye memoria y comprensión: poner la información en un contexto que le dé sentido. Poner énfasis en el fracaso y sus consecuencias perturba aún más a los estudiantes. Todos necesitamos permiso para fracasar; los buenos estudiantes cometen errores, y emplean esto como información para cambiar lo que hacen. Mantienen su objetivo en mente y siguen llenos de recursos.
Con cierta crudeza que ni la vulgaridad, ni el humor, ni la exageración pueden extinguir del todo, el físico ha comprendido el pecado; y esto es un conocimiento que no puede perder.