Bueno, lo primero que he hecho al volver a mi barrio tras ser Campeón, fue ir a buscar a mi padre en la fábrica de zapatos. Él estaba en su lugar de trabajo, le tomé su mano que tenía un zapato a medio hacer y le he dicho Hoy fue tu ultimo día en esta fábrica papá. Me he sentido un hombre completo desde ese mismo momento.
Esos hombres, si son hombres verdaderamente, parecen bestias. De hecho son bestias, ay, y carecen por completo de sensibilidad. No crean belleza ni esplendor; graznan como los cuervos, y sus almas están enroscadas en el error. Vagan como ovejas sin mente, pero ovejas violentas.
Siempre hay algo por hacer, que si no lo haces tú, no lo hará nadie. Nunca las cosas se arreglan solas. Ríete, y el mundo entero reirá contigo
Si leo un libro y hace que mi cuerpo entero se sienta tan frío que no hay fuego que lo pueda calentar, sé que eso es poesía. Si físicamente me siento como si me levantasen la tapa de los sesos, sé que eso es poesía. Esta es la única manera que tengo de saberlo. ¿Hay alguna otra?
Había sido honrado, cabal como una escalera de póquer del as al cinco, hasta que se lió con la bofia. Se convirtió en uno de ellos. Su mujer agotó la paciencia y le abandonó.
Por tanto, la hipótesis religiosa ha de considerarse sólo un método más para dar razón de los fenómeno visibles del universo. Pero ningún razonador cabal se tomará la libertad de inferir de ella un hecho cualquiera o alterar o añadir lo más mínimo a los fenómenos.
Soy capaz de imaginar formas de servidumbre peores que las nuestras, por más insidiosas, sea que se logre transformar a los hombres en máquinas estúpidas y satisfechas, creídas de su libertad en pleno sometimiento, sea que, suprimiendo los ocios y los placeres humanos, se fomente en ellos un gusto por el trabajo tan violento como la pasión de la guerra entre las razas bárbaras.
Todas las religiones, con sus dioses, han sido creadas por la fantasía crédula de los hombres, no llegados aún al pleno desenvolvimiento y a la plena posesión de sus facultades intelectuales.
He ahí al hombre íntegro arremetiendo contra su calzado, cuando el culpable es el pie.
Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.
La propaganda es a una democracia lo que la coerción a un estado totalitario
En un Estado totalitario la situación es, permanentemente y en todos los campos, la misma que en los demás países domina algunos ámbitos en tiempos de guerra. Se ocultará a la gente todo lo que pueda provocar dudas acerca de la competencia del Gobierno o crear descontento.