El espíritu del hombre es indivisible; y yo no me duelo de esta fatalidad, sino, por el contrario, la reconozco como una necesidad de plenitud y coherencia. Declaro, sin escrúpulo, que traigo a la exégesis literaria todas mis pasiones e ideas políticas, aunque, dado el descrédito y degeneración de este vocablo en el lenguaje corriente, debo agregar que la política en mí es filosofía y religión.
No hay peor descrédito que aborrecer a los mejores.
No podemos admitir que los ciudadanos tengan que hacerse cargo de una deuda de 250 mil millones de pesetas.
Debe quedar claro que con todo lo que he dicho hasta en mi investigación tengo una deuda enorme con el trabajo de otros, mis colegas que han aportado muchas de las ideas que he usado y muchos ejemplos interesantes de análisis y mis colaboradores, sin cuyo cerebro, ojos y manos muy poco se habría hecho.
Los intereses de la humanidad reclamaban el cese de la anarquía en la producción, el derroche, las crisis económicas y las guerras de rapiña propias del sistema capitalista. Las crecientes necesidades del género humano y la posibilidad de satisfacerlas, exigían el desarrollo planificado de la economía y la utilización racional de sus medios de producción y recursos naturales.
El mundo está en una transformación importantísima. Estamos cambiando de piel como sociedad, y esta crisis es el sonido del cambio. Cuando pase esta crisis, viviremos de forma distinta
El consejo de que usted nunca quiebra tomando un beneficio es absurdo
Esa incertidumbre relativa sobre el acontecer histórico futuro quiebra el marco rígido e inflexible de las predicciones necesarias para abrirnos un horizonte de alternativas y de posibilidades quizás prometedoras. Pero ese horizonte adolece de una debilidad inevitable: su irreparable precariedad
Si yo hubiese tenido que manejar mi empresa, me habría ido muy rápido a la bancarrota
Nadie ha caído en la bancarrota por subvalorar el gusto del público americano
Todos los pueblos hostiles a la familia han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma.
A través de un proceso continuado de inflación los gobiernos pueden confiscar -secreta y disimuladamente- una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos, agregando que este proceso llevaba al empobrecimiento de la mayoría aunque enriqueciendo a algunos ( Las consecuencias económicas de la paz, 1919).
La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino.
No hay credulidad tan ansiosa y ciega como la credulidad de la codicia, que es, en su medida universal, la miseria moral y la indigencia intelectual de la humanidad.
Cuando se es niño, nuestra mente es como una especie de solución saturada de sentimientos, como una suspensión de todas las emociones, pero en estado latente, en condiciones de indeterminación.
Las cosas son fáciles, rebuscamos demasiado. Hablar tanto es negativo... Hay que poner diariamente la organización boca abajo. Y hay que inventarse de vez en cuando una suspensión de pagos. El éxito nunca está garantizado