Para mí fue un suceso afortunado que el mercado de arte decidiera dejarme de lado, así pude trabajar a mi aire durante quince años. Tuve el privilegio de gozar de mi propia intimidad.
Aquí renuncié a viajar, porque puedo viajar continuamente con el pensamiento a todas las edades y a todos los países y puedo disfrutar el divino privilegio de la ubicuidad sin alejarme del centro de gravedad y de equilibrio que me ha sido concedido.
Ninguna obra de arte puede ser grande sino en la medida en que engaña; ser otra cosa sólo es prerrogativa de la naturaleza.
Es la prerrogativa de los grandes hombres tener sólo grandes defectos.
Así como el fuego es oscurecido por el humo, la brillante luz de la conciencia es oscurecida por el cúmulo de nombres y formas, el mundo. Cuando, por la compasiva gracia divina, la mente se aclare, se reconocerá que la naturaleza del mundo no son las formas ilusorias, sino sólo la realidad.
Cuesta vivir como buen religioso pero la gracia de Dios lo suaviza todo
Oh, Dios, hágase de mí tu voluntad. Mi parecer se identifica con el tuyo. Te pertenezco. No pido dispensa de nada que a tus ojos aparezca bueno. Llévame adonde quieras, vísteme con el traje que quieras...
Entre dos amantes, la prueba de que uno ama demasiado dispensa para siempre, a quien la recibe, de amar lo suficiente.
Fue legal la resistencia que opusieron los gobiernos de los Estados al presidente de la República y necesaria la guerra que llevaron los pueblos de Guatemala.
Repetir, repetir, repetir. La acción en el teatro está hecha para ser repetida, no para alcanzar un objetivo y proseguir más allá. Repetir significa resistir, oponer resistencia al espíritu del tiempo, a sus promesas y amenazas. Sólo después de haber sido repetida y fijada, una partitura puede comenzar a vivir.