Un error corriente que suelen cometer los diseñadores de cualquier cosa a prueba de tontos, es subestimar el ingenio de un tonto de remate.
De todos los peligros, el mayor es subestimar al enemigo
Sé que en mi partido hay gente que ha querido minimizar el impacto del 15-M, pero recuerdo la espontaneidad de la gente que se sentó a debatir en las plazas. Me recuerdo pensando con mi hijo por esas plazas que estaba lleno de hijos y nietos de socialistas, sentados. Recuerdo que pensé: por qué están sentados en plazas y no en nuestras asambleas socialistas.
Hase de menospreciar la facundina, que antes envuelve la sentencia que la declara.
Es cobardía menospreciar la vida, y esfuerzo resistir a grandes desgracias.
No he logrado nada solo. Millones de personas en todo el mundo ansiaban la paz. Por eso digo que no hay que minusvalorar el poder de la oración.