La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán. Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
El peligro les amenaza a cada instante, y si muchas veces salvan su vida, no es más que por la fuerza, la agilidad y un continuo heroísmo.
El terror engendra terror, presto siempre a convertirse en contraterrorista terror: inacabable dialéctica de la violencia.
A un líder lo hace la fuerza de su carácter y persistente determinación para cumplir sus sueños.
Era neutral en cuanto a la religión, escéptico respecto a la libertad de expresión, simpatizaba con quienes protestaban contra los impuestos, sentía indiferencia para con los indios, temía a los negros, era duro con los pornógrafos, blando con los delincuentes y bastante persistente como protector del medio ambiente.
Lo característico de la conciencia es la inquietud, la vigilancia constante, la perenne disposición a la defensa. Ser es defenderse.
La enseñanza primaria enseñanza para el proletariado proletariza a sus funcionarios. El Estado condena a sus maestros a una perenne estrechez pecuniaria. Les niega casi completamente todo media de elevación económica o cultural y les cierra toda perspectiva de acceso a una categoría superior.
Los prejuicios son lo más perdurable que existe en el espíritu humano.
El buen arquitecto dejará algo de valor perdurable y contribuirá a mejorar el estilo de vida del cliente y el aspecto del barrio. Ni el arte ni la tecnica separados pueden tanto como cuando actúan combinados.
No hay nada más pesado que la comprensión. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos
La medicina ha prolongado nuestra vida, pero no nos ha falicitado una buena razón para seguir viviendo.
Hay que expresar lo real con las palabras. En esto consiste el hablar con verdad. Pero con esto planteamos inevitablemente la cuestión del modo de las palabras. Se trata de lo que es palabra justa en cada caso. Encontrar ésta es cuestión de esfuerzo prolongado, serio y continuado en virtud de la experiencia y conocimiento de la realidad.
Las facultades intelectuales resisten un esfuerzo mayor y más continuado durante la juventud y hasta los treinta y cinco años; pasado este periodo, su vigor empieza a declinar, aunque gradualmente.