A Dios lo que es de Dios... y lo digo sin reatos: Pastrana tuvo el coraje y la entereza de no gobernar para las encuestas, como debe hacerlo todo buen estadista.
Es el oficio que elegí, para el que estoy preparado, formado. Se imagina que esto lo he pasado infinidad de veces. Sé de qué se trata y lo enfrento con la mayor entereza que me sea posible. Le aclaro, no me gusta hacer ostentación de fortalezas, ni de tener capacidades que después uno mismo puede o no sostener en el tiempo, pero sé de qué se trata, es mi oficio, hace 30 años que lo hago, y no es novedoso para mí.
Se llama aplomo la capacidad de enfrentarse a la guillotina sin perder la cabeza
Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera.
Vosotros compatriotas, que sabéis burlaros del mar con denuedo y bizarría, vais a cubriros de gloria, salvando al país y escarmentando el atrevimiento insolente de los malvados.
Agradeceré busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y espíritu de justicia sobre aquellas que les separan
La serenidad de la población, la verdadera felicidad, que es algo muy diferente de la alegría, sólo se plantea cuando él tiene paz en el presente y seguridad en el futuro.
La ataraxia es el estado perfecto del sabio, al que le da lo mismo morir que vivir, porque ha comprendido que él no es tan importante como se creía, que sólo es una piececita del todo que va mucho más allá de lo que le envuelve.
No somos tigres, no damos saltos felinos. Somos una ballena que se mueve lento, pero con firmeza
Sofía.- Bien sabemos por experiencia que el mundo es justamente como un corcel brioso que se da perfecta cuenta de cuando lo monta alguien que no lo puede manejar con firmeza y entonces lo desdeña y trata de quitárselo de encima y una vez que lo ha tirado a tierra se pone a pegarle coces.
Pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su entorno social. La mayoría incluso son incapaces de formarse tales opiniones
La India cree hoy, tan firmemente como siempre, en los dioses que por tan largo tiempo han contemplado con ecuanimidad su pobreza y desolación. Cuando algunas herejías o extraños dioses llegaban a ser peligrosamente populares, los brahmanes los toleraban y luego los absorbían en las vastas cavernas de la creencia hindú; un dios más o menos no mucha diferencia en la India