No sé qué luz, de dentro, de quién, iba naciendo, iba envolviendo tu desnudo amoroso, oh aire, oh mar desnudo.
El tren de carga me enseñó cómo gritar. El grito del conductor fue mi canción de cuna. Tengo el blues del tren de carga. oh Dios nena, lo tengo hasta el fondo de mis zapatos de errante.