Todo el mundo tiene una religión. Tenemos receptores de religión en las neuronas, o algo así, y nos agarramos a cualquier cosa que llene ese nicho para nosotros.
Cuando yo empecé el cómics era todavía un nicho por explorar, la gente se escondía para leerlo. Hoy día ya es parte importante de la cultura pop, se encuentra reconocido y se lo aprecia de manera universal.