Sinónimos de hoguera

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está fuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro. (Antes del fin, 1999).

Una esperanza un huerto un páramo una migaja entre dos hambres el amor es campo minado un jubileo de la sangrecáliz y musgo, cruz y sésamo pobre bisagra entre voraces el amor es un sueño abierto un centro con pocas filiales un todo al borde de la nada fogata que será ceniza

El amor celoso enciende su antorcha en el fuego de las furias.

Aun si hay solo una posible teoria unificada, es solo un conjunto de reglas y ecuaciones. ¿Qué fue lo que insuflo fuego en las ecuaciones e hizo un universo para describirlas?

El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!...

-La espiritualidad de la sensualidad se llama amor.

¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia? ¿No eras tú el manantial la piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza? Pienso tu rostro inmóvil, brasa de donde parten la vía láctea y ese pesar inmenso que me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar.

Mira a las estrellas, pero no te olvides de encender la lumbre en el hogar.

La brilladora lumbre es la alegría; la temerosa sombra es el pesar: ¡Ay!, en la oscura noche de mi alma

Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.

Vosotras mismas, espontáneamente, con esa cálida ternura que distingue a las camaradas de una misma lucha, me habéis dado un nombre de lucha: Evita. Prefiero ser solamente Evita a ser la esposa del Presidente, si ese Evita es pronunciado para remediar algo, en cualquier hogar de mi Patria... (27 de febrero de 1947).

Nadie me cantará como te canto, madre, con una llama que se enciende en ti y en mi termina.

Esta cadena se llama laSexta, porque antes ya me habían echado de otras cinco.

¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia? ¿No eras tú el manantial la piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza? Pienso tu rostro inmóvil, brasa de donde parten la vía láctea y ese pesar inmenso que me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar.

Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.

Amo el dolor porque el dolor es cumbre, amo la vida que la vida es lumbre si se perfila en páginas de fuego.