Mi papá era hincha a morir de América, y de niño tuve simpatías fugaces por el rojo pero cuando me hice futbolista... verde que te quiero verde del Deportivo Cali, luego por el verdolaga del Nacional y todo lo que tenga que ver con el verde esperanza, rojo ni el teléfono
Con árboles altos como cortavientos, cítricos en el medio, y una cubierta de abono verde bajo ellos, he hallado la forma de tomármelo con calma y dejar que el vergel se cuide a sí mismo.
Ya alegra la campiña la fresca primavera; el bosque y la pradera renuevan su verdor. Con silbo de las ramas los árboles vecinos acompañan los trinos del dulce ruiseñor. Este es el tiempo, Silvio, el tiempo del amor.
En la pradera yo me quiero quedar, con el murmullo del agua que va, por los arroyos sin parar de cantar, cuando hay viento nos vamos todos a bailar.