Pero tú...No debes atarte a mí. Serás siempre, es cierto, y en cualquier mundo en que viva, mi más encantador aroma, la presa más codiciada. Pero no puedes hacer un mundo para mí. En verdad, no es posible que tenga un mundo, pues mi misma naturaleza carece de sentido. El espíritu que mora en mí necesita el mundo de los hombres, y el lobo que también mora en mí necesita la vida salvaje.
Todo parece más encantador cuando lo vemos a distancia, y las cosas toman un relieve singular cuando se observa en la cámara oscura del recuerdo
Su pensamiento es tan solemne y cautivador que le deja a uno más fuerte y más débil también, a Sanción de la Dicha.
El amante más dispuesto a arrostrar los peligros, es el preferido siempre. En el paseo, en la iglesia, en el teatro, las españolas hablan con los ojos a quien quieren; poseen este seductor lenguaje a la perfección.
Lo más seductor de una mujer son sus ojos cuando la veo, y su inteligencia cuando la conozco.
Para mí, la vida sigue siendo tocar la batería, pero me divierte hacer películas. Las veces anteriores fui usado (yo me presté a eso, lo acepto) por lo atractivo de mi nombre. Me decían: actúa naturalmente, sé tú mismo. Y allí salía yo, haciendo las morisquetas que todo el mundo esperaba de Ringo, el bobo de los Beatles
Los cementerios siempre han tenido un atractivo para mí. Ellos están bien mantenidos, libres de ambigüedad, lógicos, viriles, y vivos.
Una cosa sobre todo hace sugestivo el pensamiento humano: es la inquietud.
La lucha por la existencia, y el sentimiento de noble ambición, de adquirir un nombre notable, fueron las pasiones que le dominaron. Su espíritu, su imaginación oriental, su naturaleza exuberante de ternezas, se concentró cual un gusanillo dentro de su capullo, en el ambiente cálido e incitante de París.
Verás, Oz es un Gran mago y puede adoptar la forma que desee, de modo que algunos dicen que parece un pájaro, otros afirman que es como un elefante y los demás que tiene la forma de un gato. Para otros es un hermoso duende o trasgo o cualquier otra cosa...Pero ningún ser viviente podría decir quién es el verdadero Oz cuando adopta su forma natural.
Reyes y emperadores sólo son obedecidos en sus diversas provincias, mas no pueden levantar el viento ni desgarrar las nubes, mientras el dominio del mago de eso excede y llega tan lejos cual llegue la mente del hombre. Un buen mago es un dios poderoso.