Parece un poco extravagante haber trabajado tanto. Trabajar no es un castigo. Trabajar es respirar.
Nada más natural y más simple que creer que el hombre muerto no es nada; nada más extravagante que creer que el hombre muerto vive aún.
Si no hubiera uniformidad en las acciones humanas, y si toda la experiencia que pudiéramos tener de ellas fuera irregular y anómala, seria imposible acumular observaciones generales acerca de la humanidad; y ninguna experiencia, por mucho que fuera la precisión con la que hubiera asimilado la capacidad reflexiva, tendría utilidad.
Curiosidad: Impulso humano que oscila entre lo grosero y lo sublime. Lleva a escuchar detrás de las puertas o a descubrir América.
En un rincón una pareja se entretenía en las preliminares de un juego sexual. Shevek miró para otro lado, con repugnancia. ¿Hasta en el sexo eran egoístas? Acariciarse y copular en presencia de gente sin pareja era tan grosero como comer en presencia de un hambriento.
Para dos intuitivos el lenguaje es un obstáculo, un burdo impedimento.
La impresión que tuve la primera vez que fui a Inglaterra es que, quitando las elites de las grandes ciudades y a Newton y Darwin, son unos bárbaros. Claro que eso es mucho quitar, pero los ritos antiguos, las familias comiendo un pedazo enorme de pierna de cordero, el modo de comportarse, el tipo burdo de trato... Y no digamos los alemanes.
La industria de la música se ha convertido en algo monstruoso que tiende a parecerse al circo de Hollywood.
Puede considerarse como un monstruoso atavismo que aún hoy el hombre vulgar está esperando las opiniones de los demás acerca de sí mismo para someterse a ellas.
El que impone un castigo desproporcionado no corrige, sólo se venga.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúata sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable