Nosotros jamás conocimos juguetes comprados, juguetes de plástico. Pero conocimos la naturaleza. Nuestra vida fue diferente a la de niños de otras sociedades. Jugamos con la naturaleza. Nuestros abuelos tenían un respeto profundo a la tierra, a los árboles, a los animales.
Allí, donde en tierra bendita y sagrada de abuelos y padres los restos descansan: Allí, donde eleva su techo la casa de nuestros mayores... ¡Allí esta la Patria!