La principal contradicción entre todo lo moderno y lo antiguo estriba en que los hombres ya no son colocados por razón de su nacimiento en el puesto que les corresponde. Ahora tienen la libertad de aplicar sus capacidades en todas direcciones y en todos los campos.
Detrás de una fachada de satisfacción y optimismo, el hombre moderno es profundamente infeliz; en verdad está al borde de la desesperación
La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que es cada vez más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano.
Cada estudiante que entra en una carrera científica, sobre todo si lo hace en un período algo más avanzado de la vida, se encuentra no sólo que tiene mucho que aprender, sino también mucho que desaprender
El único camino que nos queda es el de acercarnos al conocimiento moderno con una actitud respetuosa e independiente y el de apreciar las enseñanzas del Islam en la luz de ese conocimiento, aun si llegamos a conclusiones diferentes de nuestros predecesores.
El hombre moderno es un árbol desarraigado. Su angustia le viene de que le duelen las raíces.
No existe un solo gobierno en la tierra en el día de hoy que satisfaga una razonable proporción de los habitantes del mundo. Muchas de las naciones son gobernadas por dictadores. El mundo entero está prácticamente en bancarrota. Hombres prominentes del mundo han avanzado varios planes y métodos para una reforma gubernamental pero estos esfuerzos se han probado abortivos.
Cuanto más progresan los hombres por la senda de la cultura, tanto más suelen las personas concretas, en virtud del avanzado proceso de división del trabajo, producir cantidades de bienes del orden superior bajo el supuesto tácito y, de ordinario también correcto, de que otras personas producirán por su parte las correspondientes cantidades de los bienes complementarios.