La filosofía busca la verdad así como la vida humana busca el aire para ser. Pero el aire no tiene lugar ni dueño. Sin él no podemos vivir, y con él, no nos alcanza. Desde siempre la filosofía combina amor y conocimiento, y los dos flotando sobre un vacío
Ya llega mi hora saltaré de repente al vacío sin conocer el estado de putrefacción de mi carne ni cómo los gusanos socavan mis ojos sin tregua ni descanso pienso en la muerte eso quiere decir que mi hora está próxima.
¡Por ese niño de cabellos claros, esta copa de olvido alegre bebo!
El lugar del palacio más oculto están los sacerdotes ocupando, y en los altares, con divino culto, está el fuego sagrado humeando, en otra parte el mujeril tumulto la deseada fiesta celebrando, con mayor gravedad y más decoro hace (corona casta) alegre coro.
No cabía duda, el mejor escritor era el que de un asunto baladí hacía una obra maestra, un objeto de arte perdurable.
Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
Para el filósofo natural, no hay objeto natural poco importante o insignificante
El hueco que la obra genial ha producido a nuestro alrededor es un buen lugar para encender nuestra pequeña luz. De allí la inspiración que irradian los genios, la inspiración universal que no sólo nos impulsa a la imitación.
Estuve en un Festival de Acapulco, en México, y mientras cantaba me caí en un hueco del escenario y quedé con las paticas arriba y como estaba de falda todo el mundo me vio las pantaletas
La tempestad bendijo mis desvelos marítimos, más liviano que un corcho dancé sobre las olas llamadas eternas arrolladoras de víctimas, ¡diez noches, sin extrañar el ojo idiota de los faros!
Buscamos cada noche con esfuerzo, entre tierras pesadas y asfixiantes, ese liviano pájaro de luz que arde y se nos escapa en un gemido.
Tu eres la llama que la brisa leve hace ondular, apenas, cariñosa; yo, la víctima triste de ese fuego, la pobre, enamorada mariposa.
No perded de vista jamás que no es la falta lo que pierde a una mujer, sino el escándalo, y que diez millones de crímenes ignorados son menos peligrosos que el más leve tropiezo que salta a los ojos de la gente.