La complacencia es enemiga del estudio. Si realmente queremos aprender algo, debemos comenzar por deshacernos de la complacencia. Nuestra actitud hacia nosotros mismos debe ser aprender sin sentirnos jamás satisfechos, y hacia los demás, no cansarnos de enseñar.
La solución puede alcanzarse por medio de la adoración de animales, del sacrificio humano o las conquistas militares, por la complacencia en la lujuria, el renunciamiento ascético, el trabajo obsesivo, la creación artística, el amor a Dios y el amor al Hombre.
La esperanza es un riesgo que debe correrse, el más arriesgado de todos. No es satisfacción propia, sino la más grande y dificil victoria del hombre sobre su alma.
¡Mi mayor satisfacción es verte alegre!
Empecé a cuestionarme si era tan bueno ser famoso y ser solicitado, pero, sabes, eso es algo ridículo, realmente. Desde entonces, nunca disfruté la fama. Cuando desapareció la novedad -cerca de 1966-, se convirtió en un trabajo pesado.
Lo que quiero es que la gente llegue a su casa, se siente en su mesa, coma sus frijolitos, sus huevitos y que muy a gusto disfrute de la telenovela.
Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila.
¿No es de extrañar que no pueda complacer a todos mis conciudadanos? Ni siquiera el propio Zeus es del agrado de todo el mundo cuando envía lluvia o cuando la retiene.
No me gusta oír excusas porque no soy confesor tan solo soy decidor sin fusa ni semifusa, vivo sacando pelusas del rincón de los olvido si sufro por ser sufrido soñador de la justicia peleo por la delicia de no vivir sometido.
¿Sabes porque deje de ser delicia hermano mío? Yo sí. Hay cosas que no están en tu libro. Hay caminos fuera de este jardín. Harías bien en recordarlo.
Depende de nosotros que la buena literatura siga existiendo, por el Goce incomparable que produce, y por lo fundamental que es si queremos tener un futuro en libertad.
Proyecta el Goce que encuentra en sí mismo, su sentimiento de poderío, en un ser al cual pueda estar agradecido por estas cualidades.