Un cuadro vive por compañerismo y se expande y aviva a los ojos del observador sensible.
La camaradería no es más que la mitad de la vida: la otra mitad es el amor, una cosa tan diferente de aquella, que podría uno imaginarse que fue creada para otro universo.
A mí me encantan las inscripciones en las guardas y las notas en los márgenes: me gusta el sentimiento de camaradería que suscita el volver páginas que algún otro ha pasado antes, así como leer los pasajes acerca de los que otro, fallecido tal vez hace mucho, llama mi atención.
Me preocupa mucho el fracaso, no sé si es por vanidad, por necesidad de afecto o por las dos cosas.
Una palabra bastará para darme esperanza y hacerme feliz. No sabes qué afecto tiene en mí el amor que siento. Me da unos ánimos nuevos, un coraje que nunca había sentido antes. Me ha transformado en un nuevo ser, ahora me atrevo a enfrentarme al mundo sin miedo.
Hay que pedir solidaridad a los millonarios. Aquí no se han ofrecido ninguno a pagar más impuestos
La revolución no es hecha para el pueblo por el liderazgo ni por el liderazgo para el pueblo sino por ambos, en una solidaridad inquebrantable. Esta solidaridad sólo nace del testimonio que el liderazgo dé al pueblo, en el encuentro humilde, amoroso y valeroso con él.
El poder político genuino depende de su capacidad para expulsar o exterminar cualquier alianza previsible de individuos o grupos insumisos.
Si se permite que la fotografía supla al arte en algunas de las que han sido sus funciones, la alianza estrecha y natural que la fotografía va a encontrar en la estupidez de la multitud expulsará y corromperá al arte enteramente.
Durante el tiempo en que presidí el gobierno de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Exteriores de la confederación Argentina, con la suma del poder por la ley, goberné según mi conciencia. Soy pues, el único responsable de todos mis actos, de mis hechos buenos como los malos, de mis errores y de mis actos.
Aquí, donde el río se enoja y se revuelve en hervores y remolinos, sobre la meseta purpúrea rodeada de fosas y cañones, gobierna el general Artigas. Estos mil fogones de criollos pobres, estos ranchos de barro y paja y ventanas de cuero, son la capital de la confederación de pueblos del interior del Río de la Plata.
Su método de armonía era de una sumaria sencillez. Estableció tablas de acordes para todas las tonalidades posibles, con ayuda de las cuales cualquiera podía componer, sin esfuerzo, canciones a cuatro o cinco voces, y suscitó de este modo en la comunidad un verdadero frenesí de composición musical.
Los astrónomos estudian la armonía del espacio infinito.