Es posible que el objetivo de la vida del hombre sobre la tierra consista precisamente en esforzarse en forma constante por alcanzar una meta. Es decir que el objetivo mismo es la vida misma y no la meta, que por supuesto no debe consistir en dos más dos son cuatro. Y dos veces dos, damas y caballeros, no es ya la vida sino el comienzo de la muerte.
Los jóvenes deben esforzarse en aumentar siempre su determinación y su valentía. Esto sólo podrá hacerse cuando la valentía esté enraizada en el corazón. Cuando el sable está roto, hay que atacar con las manos. Cuando las manos están amputadas, hay que servirse de los hombros. Cuando los hombros están cortados, hay que morder el cuello de diez o hasta de quince enemigo. Esto es realmente valentía.
Muchos dicen que es una locura resistirse al sistema, pero en realidad, es una locura no resistirse a el
Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos.
Seguir la política de avanzar en oleadas para extender el territorio bajo el régimen independiente, oponerse a la política de avance temerario.
La burguesía, la clase social del espíritu, comienza a darse cuenta de su existencia propia al oponerse a las potencias -feudales- de la sangre y de la tradición.
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.
Cuando las decisiones pueden debatirse con plena libertad, la razón empieza a desplazar a la riqueza como principal fuente de poder.
La fuerza de las convicciones religiosas tiene que orientarse a la superación de los retos globales de la humanidad, algo que solo ocurrirá si las religiones dejan de debatirse en animosidades mutuas, de atizar conflictos y propagar fanatismo y, si por el contrario, meditan sobre lo que les es común. De llegar a esto, la fuerza de las religiones fluirá en bien de toda la humanidad