La Constitución del 86 ha hecho de Colombia algo peor que un coloniaje y peor que una monarquía. Cercano está el momento en que veremos al pueblo barriendo con este engendro cavernario.
Pero te advierto que el dios que invocaba es sólo polvo y ceniza, y al invocarle lo confundía de extraña manera con el propio demonio que le engendró a él.