La verdad, como el sol, no es patrimonio exclusivo de nadie, sino que pertenece a todos y para todos produce luz y Vida.
Las mujeres más refinadas, más sentimentales, raramente conocer una vida dichosa, pues los hombres quieren una mujer para su exclusivo placer, los maridos una esposa que lleve la casa y haga la comida y los viejos una nuera que les asegure la descendencia. Ninguno busca amor.