La finalidad del artista es enfurecer
Generalmente, trabajamos más para enojar a quienes nos atacan, que para alegrar a quienes nos apoyan. En Chile me pasó esto último.
El fin último del arte es intensificar e incluso exacerbar la conciencia moral de las personas.
En este Día incumbe a todo hombre asirse de lo que pueda promover los intereses de todas las naciones y gobiernos justos y exaltar su posición.
Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
El crimen del loco consiste en que se prefiere a los demás. Esta preferencia impía me repugna en los que matan y me espanta en los que aman. La criatura amada ya no es, para esos avaros, sino una moneda de oro en que crispar los dedos. Ya no es un dios: apenas es una cosa. Me niego a hacer de ti un objeto, ni siquiera el Objeto amado
El suicidio, lejos de negar la voluntad, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor, sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece.
No me harás aborrecer la guerra. Se dice que aniquilamos a los débiles, pero la paz hace lo mismo
Pese a la relativa apacibilidad de los austríacos, no me parece en absoluto inconcebible que, llegado el caso, se los pueda azuzar a cometer actos brutales y sangrientos.
Se detienen ante un quiosco. Le fascinan las portadas de las revistas; como a los niños las estampas. ¡Qué culos, qué tetas! Ahora lo enseñan todo. De gusto, los ojos no envejecen... Pero también cabrea. ¡Pura mentira de papel nada más! calentarse y no tocar; ¡Hace falta ser tan frío como los milaneses para aguantarlo!
¡Llevemos la luz a la Tierra, seamos la luz de la tierra! Para eso tenemos alas, por eso somos rápidos, severos, viriles, incluso terribles, semejantes al fuego. ¡Qué nos teman quienes no saben calentarse ni alumbrarse con este fuego que somos!
Me gusta el ballet. Es teatro (...) Hice una especie de ballet simulado y sabía que por entonces introducir una pizca de ballet en el rock'n'roll era algo intolerable. (...) Pero pensé: 'Cantaré mis canciones con un tutú puesto, no me importa'; porque, básicamente, era una manera de indignar y escandalizar.
He temido siempre indignar a la razón, pero nunca a los hombres.
Eso de haber de abismarse en la incertidumbre y desesperar de la verdad, es un triste y miserable refugio contra el error.
Todos los malos pensamientos conforman malos semblantes. Pero no hay que desesperar porque no existe oscuridad sin luz. Siempre hay una respuesta sublime a todas las necesidades humanas. Todo es posible para aquellos que creen en la posibilidad.