Benditas las mujeres que se enamoran, las hechiceras de la noche, las que comparten el fuego de las bodas del cuerpo en la consagración de la piel.
La muerte es la consagración de aquellos cuyo fin merece la alabanza de los mismos que la temen
Une al don de tu pan y de tu mano el de darle candor a nuestro canto.
Ofrecer amistad al que busca amor es dar pan al que se muere de sed.