Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío
En ocasiones sueño que vuelvo a ser un niño, y un helado escalofrío me recorre la espalda, se me acelera el corazón, grito en medio del sueño, me despierto bañado por un sudor angustioso.
Una idea es como un pájaro raro que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar.
Y cuando durante todo ese tiempo se piensa que los demás van al placer sin deseo, se piensa en ¡cuánto darían ellos por sentir hasta el más leve escalofrío de fiebre, y que uno de ese temblor muere, que le consume a uno hasta el corazón!
Sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento.
No son las grandes desgracias las que crean la desgracia, ni las grandes felicidades las que hacen la felicidad, sino el tejido fino e imperceptible de mil circunstancias banales, de mil detalles tenues que componen toda una vida de paz radiante o de agitación infernal.
La agitación es la atmósfera de los cerebros.
Contigo, mano a mano busquemos otros prados y otros ríos, otros valles floridos y sombríos, donde descanse, y siempre pueda verte ante los ojos míos, sin miedo y sobresalto de perderte.
Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado
Seguimos gozando, la rumba prendiendo, tu sigues bailando...Gracias Dios y Gracias a ustedes por este movimiento de euforia positiva
Los biólogos solo han descubierto cinco sentidos. Hambre, sed, procreación, movimiento intestinal y micción, son los sentidos no incluidos en la lista de los biólogos
Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba por primera vez en su tosca desnudez original, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción de terremoto
Creo que es imposible expresar cabalmente, el éxtasis y la conmoción que siente el alma cuando ha sido salvada, diría yo, de la mismísima tumba.
De todas las doctrinas orientales, de todas las corrientes del ser oriental (para no usar únicamente el término pensamiento), el Zen, el inclasificable Zen es aquello que más se aproxima, dentro de lo que yo he encontrado, a la dinámica más íntima de la creación poética. Porque mediante el impacto de la imagen (en apariencia absurda) provoca la iluminación.
El impacto y el dolor de una pesadilla puede ser mucho mayor que el de un puñetazo.
No presumo de haber amado. He sentido demasiado lo poco durables que son las emociones más vivas para querer, al acercarme a seres perecederos, encaminados hacia la muerte, extraer un sentimiento que se pretende inmortal.
La vergüenza, sin embargo, era un sentimiento que había abandonado a Nate hacía años. Los adictos no la conocen. Se deshonran tantas veces que acaban inmunizándose contra ella.
El jardín le parecía extraño y le daba la sensación de estar a cientos de millas del resto del mundo; pero no se sentía sola. Su única preocupación era saber si las rosas volverían a florecer. Ella no quería un jardín sin vida; lo quería cubierto de rosas.
Poesía es esa sensación de bienestar, de placer, de gozo que siente alguien cuando se lee, en voz alta, un poema. La poesía no es precisamente lo que sucede cuando se escribe el poema, poesía es el acto de ejecutar el poema. Un poema se hace para ser leído. El poema es poema mientras se lee porque es tiempo y tempo.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que sí.
De qué susto están hechos mis latidos en los momentos en que se escucha un gallo misterioso y el cielo es un azul de lactancia que conmueve.
El terror gana batallas pero pierde guerras, porque en el corazón de los humanos hay un irreprimible anhelo de libertad.
Increíble el primer animal que soñó con otro animal. Monstruoso el primer vertebrado que logró incorporarse sobre dos pies y así esparció el terror entre las bestias normales que aún se arrastraban, con alegre y natural cercanía, por el fango creador.
A partir de ese momento, nunca volvió a comportarse de una forma tan violenta pero su mente quedó trastornada para siempre. Parecía como si se hubiera transformado en la de una demente. El doctor aseguró que no había ninguna esperanza de recuperación. Se trataba de una enfermedad llamada paranoia, y estaba motivada por la convulsión emocional producida por un disgusto inesperado.
El corazón se contrae, como las demás partes carnosas, por medio de las excitaciones mecánicas o galvánicas, pero producen movimientos rítmicos en vez de una convulsión momentánea.
El movimiento de las olas, día y noche, viene del mar, tú ves las olas, pero, ¡qué extraño! no ves el mar.
El movimiento es un modo de ser que resulta necesariamente de la materia; ésta se mueve por su propia energía; sus movimiento se deben a las fuerzas que le son inherentes.