La seducción es el mundo de la dinámica elemental. Todo esto ha cambiado de manera significativa para nosotros, al menos en apariencia. ¿Pero qué ha sucedido con el bien y el mal? La seducción lanza a ellos entre sí, y los une más allá del significado, en un paroxismo (repentino estallido de emoción) de intensidad y encanto.
Uno tiene en sus manos el color de su día... Rutina o estallido
Deja de vigilar a tu alma; ¡mírala cómo sale de estampida al cielo!... Al menor descuido, envuelta en llamas, se suelta y se va hacia otros mundos. ¿De dónde vendrá esa súbita llamarada que la arroja al destierro en parajes celestiales mientras tú te quedas aquí, como victima junto a un cuerpo abandonado?
Todo cuanto veo a mi alrededor está echando las simientes de una revolución que es inevitable, aunque yo no tendré el placer de verla. El relámpago está tan a la mano que puede surgir a la primera oportunidad y luego se oirá un trueno tremendo. Los jóvenes tienen suerte, pues han de ver cosas magníficas.
El trueno asusta a los niños; las amenazas a los hombres tontos.
El que mejor tiraba caños era el Coco Rosl. Un día fui a su casa y me tiró un caño con una tortuga.
Durante tres años y medio esquivé la guerra tanto como pude. (...) Usé todos los medios posibles para que no me pegaran un tiro y no pegarlo, no usé los peores de los medios. Pero yo habría usado todos los medios, todos sin excepción, si me hubieran forzado a hacer algo así
David tiró por tierra a Goliat con la honda y una piedra; así Cristo con la honda de la humanidad y la piedra de la Pasión venció al diablo.
Que yo promedie un 40% de acierto desde el tiro libre es una forma que tiene Dios de decir que nadie es perfecto. Si promediara el 90% no estaría bien