Los premios son maravillosos. He sido nominado varias veces y he ganado muchos premios. Pero mi viaje no está en esa dirección. Si esto ocurre, será una explosión. Si no es así, sigue siendo sido una explosión
La explosión no tendrá lugar hoy. Es demasiado pronto... O demasiado tarde. No vengo en absoluto armado de verdades decisivas
El 4 de octubre de 1923 toqué en París por vez primera, el escándalo estalló enseguida. Recuerdo a Man Ray pegándole a alguien un puñetazo en la nariz en la primera fila. Marcel Duchamp discutía a voz en grito con un conocido en la segunda, y en un palco cercano Erik Satie gritaba ¡Qué precisión! ¡Qué precisión! y aplaudía
Contempló por un momento las luces múltiples de los barcos y su irrefrenable anhelo de viajar le estalló en el pecho como un profundo suspiro: - ¡Dios mío! ¡Qué magnífico estar en alguno de esos barcos, cruzar los mares, descubrir otras playas, ver otros mundos...!
La irrupción de las nuevas tecnologías nos obliga a educar a los niños de forma distinta
Ya hemos indicado, por otra parte, que el favorecer la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es cierto que las costumbres de nuestro pueblo han degenerado notablemente en ésta época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen consigo la blasfemia y la inmoralidad.
Es como una explosión de sangre caliente y pus en la boca
Dijo que existían serpientes que se mordían la cola. Dijo que incluso había serpientes que se tragaban enteras y que si uno veía a una serpiente en el acto de autotragarse más valía salir corriendo pues al final siempre ocurría algo malo, como una explosión de la realidad.
Todo cuanto veo a mi alrededor está echando las simientes de una revolución que es inevitable, aunque yo no tendré el placer de verla. El relámpago está tan a la mano que puede surgir a la primera oportunidad y luego se oirá un trueno tremendo. Los jóvenes tienen suerte, pues han de ver cosas magníficas.
Sólo me dejo ver de lejos para que se me imaginen ultra bueno, soy la manzana con veneno, el fenómeno nena nominado al sucesor del trueno
En su juventud, siendo todavía pobre y costándole trabajo ganarse el pan, prefería pasar hambre y andar con los vestidos rotos, si así salvaba un poco de independencia. No se vendió nunca por dinero ni por comodidades, nunca a mujeres ni a poderosos; más de cien veces tiró y apartó de sí lo que a los ojos de todo el mundo constituía sus excelencias y ventajas para conservar en cambio su libertad.
Tal vez los humanos son los cocodrilos mascota que Dios tiró por el retrete.
La verdadera libertad reside en un poder de decisión, de constitución de los problemas mismos: este poder, semidivino, implica tanto la desaparición de los falsos problemas como el surgimiento creador de los verdaderos: la verdad es que, en filosofía e incluso en otros campos, se trata de encontrar el problema y, por consiguiente, de plantearlos más aún que de resolverlos.
El surgimiento de la gestión empresarial como una institución distinta, fundamental y líder es un fenómeno esencial en la historia social. Raramente, si es que alguna vez ocurrió algo semejante, una nueva institución básica, un grupo líder nuevo, emergió tan rápidamente como sucedió con la gestión empresarial desde el amanecer del siglo XX.
El tiempo se rompió en secciones rotativas (él disparó del tacto a la palabra) y la palabra evoca la materia, ser la sustancia misma de las cosas o como integridad el yo representado la sucesión ha abierto lo que evoca.
Todo acto es un disparo de revólver cerebral.
Yo tengo que jugar un papel en la dirección —obviamente— por un tiempo, no sé por cuánto tiempo. Uno trata de dar, de desprenderse de casi todo y entregarse de lleno al pueblo. Entonces, ¿cuál es mi bálsamo? Mi bálsamo es el pueblo. Me voy a las calles y se me quita cualquier mal, y me tiro en brazos del pueblo.
Me estoy reformando. Te miro, me hincho, me tiro a los cactus desnudo, pero no me pincho. Me estoy reformando todas las mañanas y ahora hago siempre todo lo que me da la gana.
No soy enemigo de individuos ni de clases sociales, donde está la corrupción, allí está mi enemigo; donde está el reinado de las tinieblas, allá me tiro sin miedo
Todo se resume en una sentencia muy sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas. Usted puede practicar el tiro ocho horas diarias, pero si la técnica es errónea, sólo se convertirá en un individuo que es bueno para tirar mal