Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno
Entonces desapareció todo obstáculo; los padres y los familiares dejaron de oponerse, y la joven pareja se unió. Jamás hubo nada tan hermoso: parecían ángeles que hubieran anticipado sólo unos años su celestial y eterna unión.