La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció.
Porque aunque parezca que el cine es el lenguaje por excelencia para sugerir, el lenguaje de los sueños, de lo irracional, para nada, el cine es muy muy objetivo: hay cosas que en una novela puedes pasar por alto pero que en la película tienes que mostrar
Jugar con lo que no podemos ocultar nos hace ser percibidos como personas con un alto grado de autoaceptación.