La desconfianza es madre de la seguridad.
La desconfianza del ingenio es el principio de la tiranía.
El desánimo es una incredulidad
Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano.
La duda en el amor acaba por hacer dudar de todo.
Presidente – le gritaba el marqués desternillándose de risa -, sin duda esto es un designio de la providencia, es el talión, amigo mío, la ley del talión, la ley predilecta de vuestros tribunales, ¿por qué os quejáis de estar colgado así? ¿acaso no condenasteis a menudo al mismo suplicio a quienes no se lo merecian tanto como vos?