El llamado ejercicio del poder se parece mucho al ejercicio funámbulo de la cuerda floja, es una angustia que no cesa, la esperanza de un futuro mejor que no existe, un presente ahogado entre el escozor de ayer y la incertidumbre de mañana.
Por vez primera en la historia, con la fundación de los grandes almacenes, los consumidores empiezan a sentirse como masa (antes sólo se lo imponía la escasez). Con ello el elemento circense y teatral del comercio aumentará de modo extraordinario.
El llamado ejercicio del poder se parece mucho al ejercicio funámbulo de la cuerda floja, es una angustia que no cesa, la esperanza de un futuro mejor que no existe, un presente ahogado entre el escozor de ayer y la incertidumbre de mañana.
Por vez primera en la historia, con la fundación de los grandes almacenes, los consumidores empiezan a sentirse como masa (antes sólo se lo imponía la escasez). Con ello el elemento circense y teatral del comercio aumentará de modo extraordinario.