Las últimas no constituyen más que la superestructura de las primeras, que se van formando al margen de la voluntad y de la conciencia del hombre, como (resultado) forma de las actividades del hombre dirigidas a asegurar su existencia.
Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya.