Dormí en castillos y me enamoré porque me enseñaron a soñar
No creo que tu puedas saltar como yo; ningún joven puede saltar como yo. Puede sonar intenso, pero yo soy una artista intensa
He cogido la costumbre de soñar antes de haberme quedado dormido.
Todo pensar, todo imaginar, recordar y prever es ensueño, y esto ocupa parte principal de la vigilia, en tanto que en el dormir nada hay de vigilia y sí de ensueño, y en muchos instantes de la vigilia caemos en el soñar vivaz en que imaginamos, actuamos y sentimos con la intensidad del ensueño en el dormir.