El arte de un príncipe consiste en hacer el bien personalmente y el mal por segunda mano.
Han existido músicos que para el mundo nunca morirán, pero que por desgracia ellos mismos personalmente murieron de hambre, y han existido personas a las que les fue cumplido cada deseo y a pesar de ello, y gracias a Dios, han desaparecido ante los ojos de la humanidad