Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas.
Y el aire no es sustancia que limita los ríos, que demora a los ríos cuando hay sed y es ser agua en el tiempo que barre la mitad de las sombras perdida allá a lo lejos como pichón de ave que en la luz tiene frío, porque el frío revela y en la luz no descansa.