El motivo del hombre es uno mismo, no el añadir un trabajador al Estado
Dale al trabajador su salario antes de que se haya secado el sudor de su frente.
Se debe buscar ser autónomo en lo importante y dependiente en lo trivial.
El éxito es dependiente del esfuerzo
Todas estaban frente a él, y no era por casualidad, o porque pensaran, cuando entraron en la Conservaduría General, que el funcionario ausente quizá fuese más simpático y acogedor que los que estaban a la vista a lo largo del mostrador, sino porque esos mismos indicaron que era allí adonde debían dirigirse.
Cuando un funcionario público gasta en provecho propio cinco francos más, es porque un contribuyente gasta en provecho propio cinco francos menos. El gasto del funcionario se ve, porque se verifica; pero el del contribuyente no se ve, porque, ¡ay!, se le impide realizarlo.
...organización burguesa o, lo que es lo mismo, la organización capitalista de la pequeña industria de oficio: a medida que los establecimientos se van haciendo mayores, se eleva la productividad del trabajo (el grupo medio es una excepción), se intensifica la explotación del trabajo asalariado y aumenta la concentración de la producción.
El espíritu de propiedad es el más fuerte aguijón que conocen los civilizados; se puede, sin exageración, estimar en un doble del trabajo servil o asalariado el producto del propietario.
La crítica del jefe por el subordinado debe ser un accidente, no un hábito
Los Líderes de Excelencia saben que poseen el más valioso de todos los maestros dentro de ellos mismos y están conscientes que Nadie puede dar lo que no posee, y cumplen con una premisa fundamental en el arte de dirigir jamás pedir a un subordinado lo que ellos mismos no son capaces de hacer, manejan una atención consciente de cada una de sus acciones y son los más exigentes con ellos mismos.
Si de algo me jacto, es de haber practicado todas las disciplinas del hermosísimo oficio de periodista. Yo he sido corrector de pruebas, traductor de cables, emplanador editorialista, columnista, reportero, asistente de reportero gráfico, jefe de redacción, director a ratos. Yo he hecho todas las disciplinas del periodismo. Las he ejercido y con igual alegría en cualquiera de sus sectores.
Mis hijos son los mejores hijos del mundo. Tengo uno de 19 años, Marlon, que apenas prueba una gota de champagne a veces. Y él ha cuidado de mí cuando yo era heroinómano. Era una especie de asistente en los tours cuando tenía 6 y 7. Ha visto todo. Para él no es algo grave, es algo que su padre solía hacer. Pero nos mantuvimos juntos y nos amamos.
He trabajado como ayudante de camarero en la vida real. Tengo algunos callos que no son sólo de bocadillos en la mesa de los actores del departamento técnico
El que no tiene dos terceras partes de su jornada para sí mismo es un esclavo, sea lo que sea, político, comerciante, funcionario o erudito
El mostrador de un funcionario es lo más cerca que estaremos de la eternidad en vida.
La pluma es tan herramienta como el azadón, el escoplo o el badilejo; y si el obrero gasta la fuerza del músculo, el escritor consume la energía del cerebro.
También la educación es privilegio de minorías. ¿Qué educación recibe el obrero que a los trece años baja a las minas o va a cultivar el campo?
El trabajador es como su jefe.
Ninguna legislación tuvo otro fin que consolidar un sistema de despojo del pueblo trabajador por medio de la clase dominante
La persona sádica es tan dependiente de la sumisa como ésta de aquélla: ninguna de las dos puede vivir sin la otra. La diferencia sólo radica en que la persona sádica domina, explota, lastima y humilla, y la masoquista es dominada, explotada, lastimada y humillada.
El gusto en literatura se ha vuelto tan doméstico y la aprobación tan dependiente del placer que, para empezar, buscamos al autor en un libro, y en el autor, sus pasiones y sus humores; si éstos son parecidos a los nuestros, los apreciamos; si son distintos, los rechazamos.
La crítica del jefe por el subordinado debe ser un accidente, no un hábito
Para bien o para mal, el dominio del aire es hoy la máxima expresión del poderio militar. Las flotas y los ejércitos, aunque necesarios, deben aceptar un lugar subordinado
Mis hijos son los mejores hijos del mundo. Tengo uno de 19 años, Marlon, que apenas prueba una gota de champagne a veces. Y él ha cuidado de mí cuando yo era heroinómano. Era una especie de asistente en los tours cuando tenía 6 y 7. Ha visto todo. Para él no es algo grave, es algo que su padre solía hacer. Pero nos mantuvimos juntos y nos amamos.
Si de algo me jacto, es de haber practicado todas las disciplinas del hermosísimo oficio de periodista. Yo he sido corrector de pruebas, traductor de cables, emplanador editorialista, columnista, reportero, asistente de reportero gráfico, jefe de redacción, director a ratos. Yo he hecho todas las disciplinas del periodismo. Las he ejercido y con igual alegría en cualquiera de sus sectores.
He trabajado como ayudante de camarero en la vida real. Tengo algunos callos que no son sólo de bocadillos en la mesa de los actores del departamento técnico
Es una pena haber utilizado aquel paisaje tan metafísico para rodar una mala película sobre el dinero.
Me encanta la idea de la retroalimentación y una vía de doble sentido, algo que es muy, muy moderno. Aunque creo que a veces sabemos demasiado sobre nuestros ídolos y eso arruina el sueño. Así que, como todo, tiene que ser utilizado con cuidado.
La crisis ha puesto al descubierto no sólo errores en el modelo económico dominante sino también en nuestra sociedad. Demasiada gente se ha aprovechado de los demás.
Mi tiempo en Aleppo lo he aprovechado casi exclusivamente para ampliar mi conocimiento de la lengua árabe. He leído varios de los mejores autores árabes, además de leer el Corán dos veces, y saber de memoria algunos de sus capítulos y muchas de sus frases.
El país transita por una de las etapas más difíciles de su historia. colocado al borde de la disgregación, la intervención de las Fuerzas Armadas ha constituido la única alternativa posible, frente al deterioro provocado por el desgobierno, la corrupción y la complacencia
Cada uno está en el lugar en el que se ha colocado a sí mismo
¡Yo soy un servidor público, no un jugador del poder!
El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.
Cuando las mujeres en el futuro sustituyan a los hombres en los puestos de decisión, cosa que va a suceder en el siglo XXI, ellas estarán sentadas detrás de la mesa y los secretarios y otros subalternos serán valorados por las horas que hayan dedicado al gimnasio
A veces me pregunto si me pasa algo. Quizá he dedicado demasiado tiempo a mis románticos héroes literarios, y por eso mis ideales y mis expectativas son excesivamente elevados. Pero en la vida real nadie me ha hecho sentir así.