La creencia religiosa exige un vasto esfuerzo de compromiso imaginativo y emocional, lo que es bastante difícil si uno todavía esta atontado por las pastillas de la noche anterior.
Por largo tiempo me ha fascinado la idea de cuán maravilloso sería que, en lugar de que las instituciones políticas y sociales se vayan sucediendo una después de la otra, dicho término fuese reemplazado por este otro: simultáneamente.
El Amor...Por su ubicuidad, su fogosidad y el espectro innumerable de sus formas, esta extraña potencia ha intrigado y fascinado desde siempre a los maestros del pensamiento humano.