Estar con quien se ama y pensar en otra cosa: es de esta manera que tengo los mejores pensamientos, que invento lo mejor y más adecuado para mí trabajo. Ocurre lo mismo con el texto: produce en mí el mejor placer si llega a hacerse escuchar indirectamente, si leyéndolo me siento llevado a levantar la cabeza a menudo, a escuchar otra cosa.
De tu cuerpo quisiera levantar palacios, arquitectónicos jardines y terrenales paraísos monumentales.
Por eso el humilde molino, aun cuando su base esté carcomida y sus paredes pobladas de plantas parásitas, me inspira veneración; gracias a él, millones de seres humanos no están ya tratados como bestias de carga; han podido erguir la cabeza y ganar en dignidad al mismo tiempo que en felicidad.
Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigir tu monumento.
¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos sin las pretensiones clasistas que querían erigir una arrogante barrera entre artesanos y artistas! Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro.
En el fondo la tradición no es más que una de las formas que podía revestir la historia pero sin los escollos de ésta. Cumple a la historia narrar los sucesos secamente, sin recurrir a las galas de la fantasía. Menos estrechos y peligrosos son los limites de la tradición. A ella, sobre una pequeña base de verdad le es lícito edificar un castillo
Viendo este filósofo a sus ciudadanos tan dados a los deleites y por otra parte edificar tan suntuosamente, dijo: Los Agrigentinos así se dan a los deleites como si mañana hubiesen de morir, y así edifican como si siempre hubiesen de vivir.
Los científicos que formulan hipótesis deberían construir sobre ellas grandes edificios que las alberguen.
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.
Nueva York no tiene una tradición, no tiene una historia; no puede haber historia donde no existen recuerdos a los cuales aferrarse, porque la misma ciudad está en constante cambio, en constante construcción y derrumbe, para levantar nuevos edificios
Mejor que levantar la voz, reforzar el argumento.
Pero el pueblo no dejó nunca de alzar la bandera de la liberación, la clase obrera no dejó nunca de rebelarse contra la injusticia.
El aullido de los lobos nos llegó desde cerca. Fue casi como si los aullidos brotaran al alzar él su mano, semejante a cómo surge la música de una gran orquesta al levantarse la batuta del conductor.
Sin duda el sector seguirá creciendo. El problema es que estas ansias de impulsar su crecimiento creará también la tentación de controlar. Lo hemos intentado con las mujeres, hasta que vimos que no eran de nuestra propiedad. Luego a los niños y los animales... espero que no nos pase lo mismo con Internet
Debemos construir una economía más innovadora y moderna. Más aulas, escuelas técnico-vocacionales, Internet de banda ancha, grandes obras de infraestructura, medios de transporte más rápidos y eficientes... el gobierno debe ayudar a impulsar la iniciativa privada creando las condiciones para que ella florezca.
La responsabilidad social de los negocios consiste en incrementar sus beneficios
Nosotros los alemanes estamos inmunizados contra la debilidad y el abatimiento; y así, las adversidades de la guerra sólo contribuirán a incrementar nuestra fuerza y resolución, y a darnos una actividad combativa que nos permita superar todas las dificultades y obstáculos con ímpetu revolucionario.
Lo que los empresarios ganan por medio de la reducción de los salarios, lo pierden pronto a través del descenso de los precios. Lo que es bueno para un empresario individual no beneficia a todos los empresarios en tanto que clase. Si un empresario reduce sus salarios puede, ceteris paribus, aumentar su producción. Pero si todos los empresarios hacen lo mismo, el resultado será totalmente distinto.
Al ampliar el campo del conocimiento no hacemos sino aumentar el horizonte de la ignorancia.
No había que traer hijos a un mundo como éste. No había que perpetuar el sufrimiento, ni acrecentar el número de animales lujuriosos, carentes de emociones duraderas, que sólo se movían, que iban de aquí para allá, llevados por sus caprichos y por sus vanidades.
Déjame tranquila, madre; que si de amarle padezco, no hacen falta sus reproches para acrecentar mi duelo.
Es de hecho un hombre, quien, hoy, se dedica al servicio de toda la raza humana. El Gran Ser dice: Bienaventurado y feliz es aquel que se levanta para promover los mejores intereses de los pueblos y razas de la tierra.
Ha mantenido dos valiosas constantes en su administración. La primera es que ha sido riguroso en la aplicación de los principios del buen gobierno. Y la segunda es que ha sido obsesivo en promover y mejorar la cultura ciudadana. Estos dos aspectos, a la larga, son tanto o más importantes que la buena gestión fiscal o la transformación física de la ciudad.
Y no logrará desprenderse jamás de su tosquedad y su ignorancia. Le he hecho todavía más vil de lo que su miserable padre quiso hacerme a mí. Le he acostumbrado a despreciar cuanto no es brutal, y llega al extremo de vanagloriarse de su rudeza.
¿Quién puede vanagloriarse de no tener defectos? Examinando los suyos, aprenda cada uno a perdonar los de los demás.
Quien posea conocimientos especializados puede considerarlos como capital para envanecerse y despreciar a los demás.
Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
¡Pero hay siempre los que quieren explotar el miedo, las diferencias para engrandecerse a sí mismos! ¿No conocemos eso desde siempre?, pero es preciso -no digo que haya que ceder a la brutalidad, tenemos que ser fuertes-, es preciso cultivar la confianza.
La carne es extremadamente débil, y no tanto por su culpa, pues el espíritu, cuyo deber, en un principio, sería levantar una barrera contra todas las tentaciones, es siempre el primero en ceder, en izar la bandera blanca de la rendición.
La felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos
El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido. (San Pio de Pietrelcina, el Padre Pio).
Una muerte honrosa puede glorificar aun una vida innoble
Al sublimar el proceso de metamorfosis personal, nos proyectamos sobre el supuesto de la amistad verdadera.
Disfruté de Pelé, de Maradona, y disfruto de Messi. Participar de comparaciones me parece que no tiene como objetivo engrandecer al elegido, sino empequeñecer al descartado. Los tres son admirables.
Los narradores de historias de las ciudades falsean de tal manera la vida, que la hacen aparecer dulce a los ojos de los perezosos, de los estúpidos y de los débiles, y eso sólo contribuye a reforzar sus flaquezas, sin enseñarles nada, ni hacerles el menor bien, ni engrandecer su corazón.
Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores
Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.