Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia.
Un día habré dormido con un sueño tan largo que ni tus besos puedan avivar el letargo. Un día estaré sola, como está la montaña entre el largo desierto y la mar que la baña