No conoceríamos esos crímenes que son producto de monstruosos abusos, porque es la ley la que engendra los crímenes, y no existiendo leyes no habría crímenes.
Las letras son siempre producto de zapadas, de improvisaciones. Lo que importa es el ritmo. Cuando al final escucho a la letra que quedó armada digo: La puta madre, sin darme cuenta conté toda una historia.